Instituto Eleonor { Rol priv }

El instituto Eleonor, fundado por Victor Draco Eleonor,es un prestigioso internado que aguarda a los más talentosos y adinerados adolescentes de Inglaterra (Más adinerados que talentosos, en la mayoría de los casos). Ubicado en el interior de un profundo bosque, al cual es imposible llegar si no tienes la dirección exacta y un buen carro. Así mismo, las posibilidades de entrar a este instituto son muy escasas. Por normal general, solo las familias más adineradas y/o prestigiosas tienen acceso a este, pagando una no muy pequeña cuota de inscripción. Sin embargo, hace algunos años se comenzó a dar la oportunidad de integrar a jóvenes comunes y corrientes a sus instalaciones. Dichos jóvenes deben realizar primero un examen de ingreso que contiene más de 50 preguntas, con contenidos de Matemáticas, Español, Historia, Física y Química. De quienes logren pasar, serán seleccionados aquellos 5 con las notas más altas y se les otorgará una beca.

Fichas:

Nombre: Adrián (Andy) Schnitzler.
Edad: 20
Beca: No.
Apariencia:

Spoiler:

Extra: Cuando está trabajando en algún proyecto, leyendo, o haciendo cualquier otra actividad en la que su cabello le estorbe, se pone orquillas muy femeninas y llamativas, las cuales le regala su hermana menor.
Es Bisexual.
Trabaja a tiempo parcial como modelo.
Tiene dos hermanas mayores y una menor. Al ser el único varón, aprendió a hacer muchas cosas que solo una mujer sabe.
Es muy apegado a su hermana menor Zoe.
Puede hablar noruego, ruso, mandarín, alemán y francés.
Durante un periodo de su vida practicó Muay Thai como pasatiempo, por lo que tiene las piernas un poco más gruesas de lo normal debido a los músculos que desarrolló.
Su padre es alemán y su madre francesa, razón por la cual  las facciones de su rostro  son más delicadas de lo normal.


Nombre: Emma Smith.
Edad:20
Beca: No.
Apariencia:

Spoiler:

Extra: Ex-novia de Adrián.

Nombre: Elizabeth (Liza) Lovelis.
Edad: 19
Beca: No.
Apariencia:

Spoiler:

Extra: Mejor amiga de Brooke.
Es muy fiestera.

Otros:

Nombre: Zoe Schnitzler.
Edad: 6 años.
Apariencia:

Spoiler:

Extra: Hermana menor de Andy.

Nombre: Drake Morrison.
Beca: No.
Edad: 19
Apariencia:

Spoiler:

Extra: Amigo de Adrián y Jade.
Miembro del equipo de Basketball de Eleonor.

Nombre: Brooke.
Edad: 19 años.
Beca: Sí.

Apariencia:

Extra: Amiga de Elizabeth.

Una pregunta, es un instituto secundario o universitario?.

Spoiler:

Agosto. La época en que el sol realmente se deja ver en Inglaterra, la época en que las cigarras salen a cantar, la luz del sol se filtra por las ventanas y tu piel siente una caricia cálida en la piel. Sí, caricia. No hay nada más. No sudas, no sientes el vapor en el aire,  ni el escozor de tu piel bajo un cegador sol que te broncee cada centímetro de tu cuerpo. Tus poros no se dilatan en contraste al calor, ni sudas o se calienta tu piel. El agosto en Inglaterra es un mero chiste, que solo sirve para dejar de usar abrigos y comer cosas frías sin morirte en el intento.

En agosto, Adrián extrañaba más que nunca estar con su abuela en Francia.  

Mientras conducía su Chevrolet Impala descapotable hacia Eleonor, no podía dejar de pensar en lo diferente que serían las cosas si en esos momentos se encontrase en Francia. Allí, en verano, siempre estaba en el jardín o la alberca, dejando que los rayos del sol abrazasen su piel hasta ponerla dorada, comiendo helados con una sonrojada y acalorada Zoe que correteaba por todas partes con sus pies descalzos y el cabello trenzado, chorreando helado por donde quiera que pasara. En las tardes, la casa se inundaba con el olor a pan fresco que horneaba su abuela. El olor era tan fuerte, que los vecinos a veces le llamaban desde el otro lado de la vaya en el jardín, preguntando si no necesitaban un poco de mantequilla para acompañar. Entonces, ella soltaba una risa cantarina y les invitaba a pasar.

Para cuando Andy aparcó su auto en el estacionamiento de Eleonor, eran cerca de las 9:30, y, debido a la espesa vegetación de los alrededores, el cielo ya no era tan azul y brillante como antes.

Parecía que el clima se reía en su cara.

— ¡Andy! — Elizabeth se levantó de un salto de las escaleras en la entrada, acercándose al chico con cara de pocos amigos. Desde la lejanía, en el parqueo, no había estado segura de si era él. Sin embargo, al reparar en los converse rosas en sus pies lo identificó de inmediato. En cuanto estuvieron frente a frente dio un pequeño saltito (Por la diferencia de altura) y lo abrazó.


Adrián y Elizabeth se hicieron amigos casi al instante de conocerse, cuando una chica le preguntó a ella, en una voz demasiado alta, qué pensaba de Andy.  A lo que Liza le contestó con un simple ''No podría estar con alguien que es más lindo que yo ¡Es como vivir con la competencia en tu cara!'', él, desde el otro lado del salón, estalló en carcajadas, y la esperó a la salida para invitarle al almuerzo. Desde entonces, ambos son casi inseparables.  

— ¿Y tú por qué estás tan feliz a esta hora de la mañana? — Inquirió  él a un lado de su cara. Puesto que llevaba maletas en ambas manos, solo podía quedarse ahí, de pie, recibiendo el abrazo.  

Liza se separó y sonrió de oreja a oreja, lo cual asustó aún más a Andy ¿Se había equivocado y ese no era el primer día de clases? ¿O ella había tenido otra especie de sobre dosis de cafeína?  

— ¡Es por Brooke! ¿Recuerdas? La chica de la que te estuve hablando en verano. — Andy articuló un insonoro ''Ahhh'' con la boca y asintió.—  Logró pasar el examen de admisión, así que ya debe estar por llegar. Por eso estoy aquí sentada, esperándola para ayudarla a instalarse. —  Un soplo de briza  los traspasó, y Liza torció el gesto mientras se frotaba los brazos.— Aunque creo que esperaré adentro ¿Quién iba a pensar haría tanto viento en agosto? Tengo la piel de gallina.  


Adrián bufó y ambos comenzaron a caminar hacia el interior del edificio. Al entrar, podías sentir una especie de choque de calor en contraste con el frío de afuera.  

— Para mí todos los veranos de Inglaterra son horribles, ya lo sabes.  


La fémina asintió levemente con la cabeza. Antes, ella no podía entender por qué Adrián parecía siempre tan decepcionado cuando llegaba la época de los días soleados, hasta que un día él la invitó a pasar las vacaciones con su familia en Francia. Desde ese día, ella secretamente también se siente un poco enojada con el clima de Inglaterra.  

— Tengo que ir a llevar unos papeles a dirección antes de buscar la llave del cuarto.— Torció el brazo hacia arriba y se echó uno de los bolsos al hombro, comenzando a caminar hacia uno de los pasillos.— Luego te veo.

Liza se despidió con la mano (A pesar de que él ya no la podía ver) y se sentó en una de las sofás del vestíbulo. Por dentro, Eleonor se veía tan regia e intimidante como por fuera. Techos altos, paredes recubiertas con enormes cuadros de duques, reyes y algunos escritores importantes de la literatura clásica. Los suelos del vestíbulo estaban tapizados con una felpuda alfombra rojo vino, pero el resto del edificio tenia suelos de madera oscura y envejecida por el desgaste de los años. Y todas las área comunes poseían grandes y pintorescos ventanales, algunos con simples formas de colores, otros con figuras de santos cristianos. Hasta el día de hoy, Elizabeth era incapaz de andar por los pasillos del instituto sola en la noche. Era tan aterrador, que a veces pensaba que se encontraba adentro de Hogwarts, solo que aquí no habían varitas de sauco con las cuales se pudiese proteger.  


— Ah, cierto. Se me olvidó contarle a Adrián sobre el cambio de habitaciones...

La alarma le sonó tipo 7:30 am, y pensó siempre lo que pensaba cuando se despertaba a esa hora aproximadamente, que sino fuera por que su alarma era su celular lo estrellaría contra la pared o el piso, o incluso en la cara de su hermano.
Miro con odio el celular, poco a poco se movió y de inmediato su cuerpo ya estaba levantado. Apago la alarma de su celular. Y en cuanto estaba destapada, sin las frazadas y sabanas, sintió un frío que le dio un escalofrío e inconscientemente se tapo de nuevo, y deseo dormir de nuevo, sin embargo de de pronto se abrió la puerta de su pieza con todo, dándole presencia a su madre, Aeryn.
—¡DESPERTATÉ QUE EN UNAS HORAS DEBES IRTE!
Y por detrás escucho a su hermano Issac burlarse y reírse de ella:— ¡Ni gana ser vos!
— ¡Ahora me levanto, mierda!
Sin duda, en ese momento si fuera legal matar y tuviera bastante plata, mataría su hermano con su celular— ya demasiado roto.
En menos de dos segundos ya estaba levantada y disponiendo a poner Joy Division Disorden, y que así por lo menos la música calmara su frustración. Ya que comenzaría el instituto lo que resultaba: no diversión, no ir a la playa y quedarse hasta que el amanecer, no música a todo volumen y quedarse afónica por cantar hasta que su garganta le desgarre, no beber alcohol hasta no recordar nada al día siguiente, no quedarse a dormir con sus amigas y amigos en colchones pequeños o en el mismo suelo, no reírse hasta morir, no aguantar a sus amigas cuando vomitan, y más que nada no hacer lo que ella le cantara el culo.
Todo iba a hacer frustración y más frustración, solo se salvaba de tener a su amiga— quizás— en algunas clases, ya que ella regía una carrera de Psicología.

— Me preguntó porque te pintas tanto, si igual sos fea.
— Cállate, idiota.— Le dijo a su hermano mientras se ponía rubor en sus mejillas, de un color discreto, y por ultimo se puso un pintalabios de brillo que al igual que el rubor era discreto, y se miró por ultimo en el espejo. Se dijo a si misma que estaba bien, todo era discreto, e incluso el delineado que se hizo en los ojos, y que estaba vez le salio perfecto.  —¡Ay, estoy muy linda!
—...Engreída.
Tomó otro sorbo de su café, y se encamino a su cocina que era pequeña y modesta, y puso más agua caliente en su taza. Tenía que tener energía a toda costa.
— ¿A que hora dijiste, que tenías que estar haya?
— Le dije a Lazi que iba a estar tipo 9 y algo haya,— le contesta a su mamá que miraba y contestaba con una sonrisa el celular, el novio seguramente era con quien hablaba — ¿qué hora es?— no le contestó nadie y con una voz dura le pregunto de nuevo: — Mamá, ¿que hora es?
— Las ocho y veinte.
Asintió y tomó de su café mientras que pensaba a que hora tendría que ya marcharse de su casa  y que ahora solamente estaría los fines de semanas, y sino, es que se quedaba en la casa de otros amigos que no iban a su instituto al contrario iban a una universidad modesta.
Claro que ella hubiera elegido cualquier universidad, pero admita que el instituto que iba a ingresar era mucho mejor por varias razones: 1) tenía a donde vivir (y ya quería independizarse) 2) no tenía carga horaria, osea podía trabajar a la mañana y a la tarde tenía sus clases 3) eran profesores estupendos 4) estaba su carrera que ella deseaba tener.

— Llévate abrigo que hace demasiado frió hoy.
— Si, espera que lleve esta maleta en el baúl.

Y de verdad que si hace demasiado frío ese día, pero se dijo que tal vez después este menos fresco.
Cuando puso su segunda maleta violeta en el baúl y veía que su hermano ponía tercera maleta de color negro en el baúl, se fue directo a su habitación. Donde agarro la dos camperas únicas que estaban colgadas en un ropero vació, y contemplo lo que quedaba de su cuarto. Nada.
Sólo la cama, el mueble, el escritorio con sus plantas, y una repisa con cuadros.
Un escalofrío recorrió su espina dorsal, supuso que era la nostalgia. Ya se estaba volviendo grande, bah, ya era grande tenia 19 años y nunca pensó llegar con 19 años y sola, dirigiendo su vida. En la mente se le cruzo cuando era pequeña y vivía en otra casa, cuando se mudaron, a cada amigo que perdió con el tiempo y la chica quien era ahora mismo, y la mujer que se transformaría. Ciertamente estaba orgullosa de ser lo que era ahora, y no lo que solía ser antes: una chica sin saber a donde mierda estaba parada.  
Se dispuso a ponerse su campera roja y su chaqueta arriba de la otra campera, y se observo nuevamente en el espejo. Ya no era la niña que era antes, si duda.
Su facciones, su altura, su rostro, su cuerpo, nada era como antes, por unos segundos quiso ser la niña de antes. No obstante dejo esos pensamientos detrás y se hizo un chongo en su pelo, ya demasiado largo, le llegaba un poco menos de la cintura. Y se le cruzó la mente a Brooke con cabello corto.

— ¡Ehhhh! ¿Qué estas esperando? ¡Mamá te esta tocando la bocina hace rato!
—...S-si ahora voy.
— ¿Qué te pasa, estúpida?
— Nada.

Vio la habitación de al lado quienes estaban sus otros hermanos menores durmiendo. Luego se dirigieron al auto y ella se sentó enfrente: — Vamos, que la otra me va a matar.— Se refería a su amiga, y era verdad. Eran las 9:10 y hasta que llegue al otro lado de la cuidad iba a tardar 50 minutos o incluso una hora y treinta minutos.
Por lo que en el trayecto le envió un whatssap de que iba a tardar un rato, aunque no le dijo a que hora vendría porque ya sentía el reproche de Liza.
Durante qué su cabeza se hacía una laguna de pensamientos que azotaban su cabeza o daban marejadas suaves, con el ritmo de la música que provenía de sus auriculares. E inconscientemente eran todas depresivas.